El psiquíatra, M. Scott Peck, en su libro La nueva psicología del amor (1999) hace interesantes planteamientos acerca de cómo la disciplina es necesaria para resolver los problemas, aspecto muy importante para llevar una vida saludable. Como bien sabemos, los problemas son parte de la existencia del ser humano. Esto debido a que no poseemos todo el control de lo que nos sucede. Algunos de estos problemas son de naturaleza personal, sentimental, social, familiar, laboral, etc. Y son una parte difícil y desagradable, debido a los sentimientos poco placenteros (coraje, la tristeza, la angustia, frustración, ect.) que genera en la persona.
En la infancia, etapa importante para la formación de la personalidad, se promueven el desarrollo de conductas y fortalezas que permiten afrontar los problemas de manera responsable y saludable. Cuando esto no ocurre se desarrollan actitudes negativas (resistencia, evitación) hacia los problemas y los sufrimientos, ocasionando vidas conflictivas y en algunos casos crónicos, la enfermedad mental.
El autor considera que los problemas constituyen la frontera entre el éxito y el fracaso. Además, de la ruta para vivir con valor y sabiduría. De acuerdo al Dr.Scott, existen 4 elementos que representan la disciplina. El desarrollo y la aplicación de éstos, ayuda a tener vidas saludables, balanceadas y exitosas. Estos son: posponer la satisfacción, aceptación de la realidad, dedicación a la verdad y equilibrio.
De manera muy breve presento cuáles y en qué consisten estos 4 elementos:
1. Posponer la satisfacción:
¿A qué niño en sus 5 años de edad le agrada en primer lugar afrontar las responsabilidades en el área doméstica y/o escolar? Pues bien, la elección de hacerlo en primer lugar, dependerá de la disciplina con amor que reciban por parte de sus cuidadores. Aquí deben aprender a ser ordenados y organizados. Sobre todo, a saber esperar y posponer los placeres. En esta experiencia se les enseña a aceptar y convivir con los sentimientos desagradables que genera afrontar los ‘problemas’. El resultado de esto: un adulto con carácter y responsable que afronta sus problemas y sentimientos desagradables generados, ya que está consciente de los beneficios que esto representa. El adulto es capaz de posponer con voluntad sus satisfacciones y placeres para un segundo plano.
2. La Responsabilidad:
Ser responsables en asumir una postura de que soy YO a quien le corresponde manejar, resolver y afrontar mis problemas. Una alteración de lo que implica ser responsable, podría resultar en el desarrollo de 2 estilos de personas: la persona neurótica y la persona con un trastorno de carácter. La persona neurótica, es aquella que altera su sentido de responsabilidad real y asume demasiada responsabilidad (“debo”, “debería”, “no debo”) experimentando la sensación de ser siempre el culpable del problema y todo lo que le ocurre. Esto ocasiona que se sienta muy sobrecargado, demostrando poca estima y valor de sí mismo, ya que los demás son primero.
Por otro lado, la persona con trastorno de carácter, a quien define como aquella que vive en desosiego ante la sociedad, evitando toda experiencia desagradable que implique afrontar y resolver sus problemas. Personas que deciden no asumir suficiente o ninguna responsabilidad de su vida y prefieren automáticamente pensar que el mundo es el culpable de todo lo que les ocurre. Esto resulta en continuos conflictos con el mundo exterior. La razón de este estilo de pensamiento se debe nuevamente a que no aprendieron a que el sufrimiento y el dolor forma parte de la vida, además de ayudar al crecimiento espiritual/emocional evolucionando como seres humanos.
En ambos casos, se perjudica el crecimiento y la maduración espiritual/emocional como seres humanos en la vida. De modo que, aceptar la responsabilidad sigue siendo la primera opción, aunque implique, experimentar sufrimiento.
3. Dedicación a la realidad:
Mientras más conectada, consiente se encuentre la persona con su verdadera realidad, mejor preparada estará para afrontar y superar cualquier problema, por más sensaciones negativas que le resulte hacerlo. Esto le permitirá actuar con valentía y tener un progreso continuo.
4. Equilibrio:
Ser organizado, vivir en cordura, espontaneidad, flexible y disciplinada, aunque esto implique la posibilidad de que otros puedan verse afectados. Aquí se renuncia incluso, a los propios deseos y sensaciones de satisfacción, éxtasis y placer, por lo que puede ser doloroso e incómodo, pero necesario para avanzar y trascender en la vida.
En términos generales, si se adopta estas prácticas en la vida, no habrá duda de que estaríamos dándonos la oportunidad de ser felices, en algunos casos más felices, aún en momentos de adversidad y sufrimiento. Es importante aceptar y dar una mirada a la disciplina y el sufrimiento que implica, desde una óptica positiva de la vida. Enseñalo y prácticalo.
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