Miedo y Ansiedad
El miedo y
la ansiedad muchas veces produce mucho daño a las personas, más aún afecta las relaciones interpersonales y afectivas de
las personas. Por tal razón, es necesario conocer más acerca de esta
problemática.
El miedo es
considerado una reacción afectiva provocada por la percepción de peligro.
Responde a una interpretación acerca de una situación y puede favorecer en bienestar de la persona.
El miedo se vincula a situaciones específicas y concretas (puede que
imaginarias). Por otro lado, la ansiedad es considerada una sensación de amenaza o peligro acerca de algo que no ha
ocurrido (futuro). La ansiedad se manifiesta en el aspecto físico-mental si se
agrava. Básicamente ambos se entrelazan, se conectan y pueden ser percibidos
como dos sensaciones indeseables que sugieren una amenaza o peligro. Ambos podrían manifestarse de forma
inesperada y muy perturbadora ocasionando el desarrollo de Trastornos de
ansiedad.
A
continuación le presentaremos algunos datos presentados por el Doctor
Friedemann Schaub, que le resultaran interesantes. Podrían incluso ayudarle a
identificar en ti síntomas o señales acerca de si podrías presentar un cuadro
clínico del Trastorno de ansiedad.
1. Muy
frecuentemente se sobrecarga y preocupa.
2. Suele
pensar de forma obsesiva, analizas demasiado y se preocupa de forma compulsiva
(repetidamente) pensando lo peor de los escenarios.
3. Planifica
de forma exagerada e intenta tener el control de otros o las circunstancias
externas.
4. Comienza a
presentar dificultades en su diario vivir, tales como el trabajo, sus
relaciones interpersonales debido a la inseguridad, dudas y conducta de auto
sabotaje, es decir incurre en conductas pasadas que sabes que le producirán
problemas o perjudican.
5. Experimenta
la sensación de estancamiento y bloqueo (parálisis) ante alguna decisión que
deba hacer o seguir adelante.
6. Busca
distracción y gratificación inmediata en conductas adictivas tales como comer,
sexo, trabajo o apuestas.
7. Presenta
conductas obsesivas compulsivas. Es decir, conductas fijas, repetitivas y
difíciles de controlar.
8. Se auto
medica mediante uso de bebidas alcohólicas, nicotina u otras drogas.
9. Padece de
insomnio, alta presión, ritmo cardiaco irregular, dolor crónico y su peso puede
ser variable.
Si se ha
identificado con algunos o en la mayoría de estos síntomas es muy probable que
sufra de ansiedad. Además, es muy probable que aunque se haga consciente de
esto, no posea control de los mismos. Cuando estos síntomas se han convertido
en su estilo de vida, todo se afecta e inclusive puede experimentar otros
síntomas asociados a depresión por la angustia y el daño que representa.
Aprender a
conocer cuáles son los mecanismos que operan detrás de estos síntomas y
dinámicas conductuales puede ser el primer paso a la libertad. La búsqueda de
ayuda profesional puede prevenir mayores daños. Si bien es cierto que el
tratamiento farmacológico responde a la disminución de síntomas, también es
cierto que no resuelve en totalidad las causas psicológicas que lo ocasionan. Para
esto, se hace necesario intervenciones que estén dirigidas a identificar la
raíz de estos problemas y resolverlos. El primer paso es que lo decida.
Caroline Rodríguez Mercado, PsyD
Psicóloga Consejera